La gestión vial es el proceso técnico y administrativo mediante el cual el Estado paraguayo decide qué obras deben realizarse, dónde, cómo, con qué recursos y en qué momento, para que la red de caminos del país se mantenga en condiciones aceptables de servicio para la población, la producción y la integración territorial.
Con el objetivo de garantizar la existencia de obras de conexión, evitar que los caminos se deterioren por falta de mantenimiento y asegurar que cumplan estándares definidos por el interés público (seguridad, transitabilidad, integración logística, eficiencia económica), todo país necesita de una buena gestión vial.
De acuerdo con el Manual de Carreteras del Paraguay (2019), la gestión vial incorpora la ejecución de una serie de tareas parciales o subtareas, que pueden resumirse en:
- Planificación: identificación y programación de los trabajos físicos.
- Contratación: selección de otras entidades para la ejecución de los trabajos.
- Supervisión: control de calidad y magnitud de los trabajos ejecutados.
- Evaluación: seguimiento permanente de los resultados de la gestión.

Conservación
La conservación de carreteras se ha convertido en una preocupación en la región, y Paraguay no está exento de esto. Se requiere una estrategia de conservación vial que permita tomar decisiones basadas en criterios técnicos y de gestión, orientadas a realizar inversiones de manera eficiente.
En este contexto, es necesario analizar alternativas, priorizar intervenciones y optimizar inversiones con base en datos confiables, apoyándose en sistemas modernos de información.
El crecimiento de las redes exige cambios en la planificación y el manejo de los aspectos operativos de la conservación.
Desafíos para la gestión vial en Paraguay
- Se cuenta con una brecha importante de infraestructura vial.
- Baja cobertura de caminos pavimentados respecto a la región.
- El 80 % del transporte de personas y el 60 % de la carga dependen de la red de caminos.
- El aumento del tráfico y de los vehículos pesados acelera el deterioro de las rutas.
- Los recursos públicos son limitados y la demanda de mantenimiento crece cada año.
- La brecha entre el mantenimiento necesario y el realmente ejecutado se agranda cuando no hay gestión adecuada.
Es importante recordar que la gestión vial para la conservación del patrimonio vial no consiste en arreglar rutas, sino en evitar que lleguen a ese punto, promoviendo nuevos brazos de conexión para los caminos existentes, optimizando recursos y preservando el valor del patrimonio vial del país.





