A través del informe denominado “Implementación de medidas de seguridad vial prioritarias en América Latina y el Caribe” la Organización Panamericana de Salud compartió sugerencias para fortalecer las estrategias de seguridad vial.
Este apartado hace referencia a la ejecución práctica de las recomendaciones sobre seguridad vial. El material se resume en los cuatro puntos básicos siguientes:
- Diagnóstico: establecer cuál es la situación actual.
- Estrategia: definir cuál debe ser la situación en el futuro.
- Plan de acción: determinar el modo de alcanzar las metas.
- Monitoreo: dar seguimiento y evaluar los avances en la ejecución de la estrategia.
Diagnóstico
Para el primer paso, el diagnóstico, indica que se debe obtener una evaluación completa y detallada de la situación como base para elaborar una estrategia centrada en las necesidades y soluciones más relevantes. Para lograr esto es necesario incluir:
- La dimensión, el impacto y las características del problema de los siniestros de tránsito en su población(distribución geográfica, por grupos de edad, modos, etcétera).
- Las principales esferas y factores de riesgo sobre los cuales es preciso trabajar.
- La eficacia y la factibilidad de las posibles medidas de intervención.
- El mapa de instituciones, capacidades y recursos de los actores y organismos involucrados en larespuesta a esta problemática.
- La calidad de los datos sobre colisiones, personas lesionadas, fallecidas y con discapacidad, y lasposibles necesidades de mejoras en los sistemas de datos.
Estrategia
En cuanto a la estrategia, se centra en definir cuál debe ser la situación en el futuro sobre la base de una definición clara del problema que incluya:
- Una perspectiva consensuada que proyecte una imagen clara del resultado deseado en el futuro(por ejemplo, una meta específica en la reducción de muertes viales).
- Una definición precisa de los objetivos a corto, medio y largo plazo, así como los resultados esperables. Los objetivos deberían ser específicos, mensurables, alcanzables, pertinentes y sujetos a plazo.
- Unas metas, sectoriales e intersectoriales, claras y realistas, que especifiquen las mejoras previstas en un determinado tiempo y fortalezcan el compromiso de los distintos sectores.
- Indicadores cuantitativos y cualitativos de desempeño para monitorear el avance hacia los objetivos, indicando los cambios y mejoras respecto a las condiciones de partida (por ejemplo, tasa de uso del casco de motocicleta, porcentaje de ocupantes en asientos delanteros y traseros del vehículo que utilizan el cinturón de seguridad, tasas de exceso de velocidad, etcétera).
- Un cronograma con plazos realistas para las actividades e hitos principales de la estrategia.
- Una estimación de los recursos humanos y financieros necesarios que deben movilizarse para llevar a cabo la estrategia.
Plan de acción
El tercer paso es definir un plan de acción para alcanzar las metas y objetivos previstos, y analizar detalladamente las acciones necesarias para su ejecución.
- Priorización de las acciones más funcionales a la estrategia prevista, considerando sus objetivos y metas.
- Evaluación del potencial de cada acción en su contexto.
- Posibilidad de empezar con un número limitado de acciones que se pueden ir ampliando de forma progresiva.
- Selección de las acciones que puedan actuar de modo solidario y sinérgico entre sí, propiciando los abordajes integrales de problemas específicos.
Monitoreo
Es importante que tanto la estrategia general como las acciones sean monitoreadas y evaluadas en sus resultados, así como en sus procesos. La evaluación permite estimar el impacto local de las acciones, pero también contribuir con la generación de evidencias sobre su eficacia que pueden compartirse y sumarse al conocimiento existente.
Algunas claves para el proceso de evaluación son:
- Planificar detalladamente la evaluación desde un inicio, determinando sus funciones, objetivos, metodologías, etc. También es importante realizar un análisis de las capacidades o actividades de evaluación ya disponibles o en curso.
- Incluir métodos de evaluación para el plan en su conjunto y para las acciones específicas, garantizando que va a evaluar a todos los componentes en sus distintos niveles. Deben definirse indicadores fiables y válidos de seguimiento para todas las acciones, los procesos y los productos esperables.
- Proceder de modo sistemático y metódico, según lo previsto en el plan de evaluación.
- En la medida en que se disponga de resultados de evaluación, estos deben difundirse y discutirse con los equipos y organismos, a fin de introducir mejoras o rectificaciones cuando sean necesarias.