Las mujeres están marcando una diferencia significativa con una creciente participación en el sector de la construcción.
El Consorcio Chaqueño del Norte, encargado de ejecutar el Lote 2 del Corredor Bioceánico, emplea a 24 mujeres en diversas disciplinas y especialidades. Estas profesionales desempeñan roles clave como especialistas en medio ambiente, en áreas sociales, de salud y seguridad laboral, así como apuntadoras, banderilleras, cajeras y responsables de tareas de cuidado y limpieza.
En la oficina técnica destaca la joven ingeniera Aidé Maciel, una profesional de 30 años oriunda de General Aquino, distrito de Itapúa, con una sólida experiencia en trabajos viales. Aidé se encarga de la gestión documental de este proyecto estratégico, integrando los requerimientos técnicos de la fiscalización y el MOPC, además de elaborar los certificados mensuales de obras y verificar las mediciones y cálculos de las cantidades ejecutadas en obra.
La labor de estas mujeres, que requiere esfuerzo y tenacidad, comienza a las 6:00 y concluye a las 19:00, de lunes a lunes, con un descanso de cinco días, tras jornadas intensas.
Beneficios de la participación femenina
La presencia de mujeres en la construcción impulsa un ambiente laboral diverso e inclusivo, aportando perspectivas, habilidades y conocimientos únicos que mejoran el desempeño general del equipo. Además, su participación fortalece la competitividad, estimula la innovación, mejora la retención de talento y eleva la reputación del sector.
Más allá de estos beneficios, la inclusión de mujeres en el mercado laboral tiene un impacto económico tangible, contribuyendo de manera significativa al Producto Interno Bruto (PIB) del país.