El Corredor Bioceánico avanza como uno de los proyectos de infraestructura más emblemáticos en la historia reciente de Paraguay, con una visión que trasciende lo logístico para instalarse como motor de equidad territorial y desarrollo regional.
En el marco del encuentro denominado “Rutas estratégicas: Hacia un Paraguay conectado al mundo” se resaltó la relevancia de la Ruta Bioceánica como un ejemplo concreto de planificación estratégica y visión compartida de desarrollo, que une productividad, inclusión y soberanía territorial en el corazón del Chaco paraguayo.
La titular del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, Ing. Claudia Centurión, también señaló que esta obra es un ícono para la industria local de la construcción, que demuestra la capacidad del talento humano y de las empresas paraguayas. También resaltó los avances con las obras complementarias que contribuyen a generar un ecosistema de desarrollo en una zona que fue rezagada por mucho tiempo. “Las obras no solo tienen un altísimo poder o valor logístico en términos de inversión, sino que también llevan equidad territorial, cerrando brechas históricas para tantos compatriotas que están trabajando en esa zona del país”, agregó.

Por su parte, Paul Sarubbi, presidente de Cavialpa, señaló que a medida que avanzan las obras, el enfoque ya no es únicamente logístico, sino también estructural y estratégico. Las rutas y el puente que conecta Carmelo Peralta con Puerto Murtinho, por ejemplo, fueron diseñados pensando en las necesidades reales del transporte moderno: están preparados para soportar camiones de gran porte, lo que permite transportar más carga, reducir costos logísticos y generar mayor eficiencia económica.
Recalcó que, en materia de infraestructura, no se trata solo de construir, sino de hacerlo bien y de sostenerlo en el tiempo. Cada proyecto debe cumplir tres etapas fundamentales: diseño, ejecución y mantenimiento. En este caso, en una región tan exigente como el Chaco, con suelos arcillosos y condiciones desafiantes, el mantenimiento cobra una relevancia crítica para evitar que las inversiones se deterioren.

Finalmente, recordó que, a pesar de los avances, Paraguay enfrenta un déficit de infraestructura estimado en USD 30 mil millones, una cifra que dista mucho de la capacidad de inversión actual del Estado, que no alcanza los USD 1.000 millones anuales. Esto obliga a pensar en nuevos esquemas de financiamiento y, sobre todo, en políticas públicas de largo plazo.
La infraestructura con propósito y visión: ese es el verdadero camino hacia la equidad territorial y la integración regional.






