La construcción ha mantenido un rango de crecimiento modesto en torno al 0,5% debido a la moderación en la ejecución de obras públicas y a las deudas pendientes del Estado en cuanto a los certificados de obras ejecutadas y no pagadas, que es necesario honrar para prever al menos el desempeño de las empresas del sector y sostener el empleo.
Según los datos expuestos por las empresas constructoras, el Estado mantiene una deuda en torno a los USD 300 millones, lo que ha intensificado el difícil momento por el que atraviesa el sector. En cuanto a las perspectivas, se estima que el sector público seguirá ajustando las inversiones para alcanzar el tope de la Ley de Responsabilidad Fiscal, por lo que este será otro año difícil para la construcción.
Sin embargo, cabe destacar que el sector privado ha mostrado una buena dinámica en los últimos años, tanto en el eje corporativo como en el de viviendas, por lo que se espera que siga creciendo, aunque a un ritmo más moderado.
A pesar de que la construcción, uno de sus principales motores, se ha debilitado, Paraguay mantiene su fortaleza macroeconómica gracias a la sólida expansión de la actividad económica durante los primeros meses del año, especialmente en sectores como la agricultura, la generación de energía, los servicios y la ganadería. Se espera que este impulso permita un crecimiento cercano al 4,5 %.