Un análisis de la gestión de inversión de 16 países en América Latina revela que se ha avanzado en el fortalecimiento de sus Sistemas Nacionales de Inversión Pública; sin embargo, quedan áreas de mejora.
Enmarcado en el contexto de las buenas prácticas de las experiencias internacionales analizadas, el Banco Interamericano de Desarrollo identificó los siguientes aspectos:
Planes de inversión pública a largo plazo:
Aunque dos terceras partes de los países de América Latina cuentan con planes de inversión pública, la mayoría se limita a un horizonte de corto o mediano plazo (4 años en promedio) y muchos aún no cuentan con planes multisectoriales.
Esto representa una oportunidad para fortalecer la planificación a largo plazo, alineada con prioridades estratégicas y sostenibles.
Evaluaciones independientes:
Cerca de la mitad de los países no cuenta con una unidad o institución encargada de realizar (o revisar) evaluaciones ex ante independientes, lo que podría comprometer la calidad y viabilidad de los proyectos. Y aun cuando la mitad de los países indica realizar evaluaciones independientes, el grado de rigurosidad y profundidad de estas es heterogéneo.
Por otro lado, aunque más del 80% de los países han avanzado en la normativa de criterios de proporcionalidad en la evaluación, el reto aún se encuentra en la implementación para garantizar que los mayores esfuerzos se encuentren en los proyectos más importantes.
Monitoreo adaptativo:
Los avances hasta la fecha indican que más de la mitad de los países adoptan un enfoque híbrido en el monitoreo, es decir, el monitoreo a la ejecución de proyectos involucra no solo a las unidades ejecutoras sino también implica un esfuerzo centralizado asumido por el ente rector de la inversión pública.
Sin embargo, la calidad, profundidad y frecuencia de estas prácticas son muy heterogéneas, lo que abre la puerta a mejoras significativas en esta fase crítica.
Evaluación ex post, la gran asignatura pendiente:
Solo una cuarta parte de los países cuenta con metodologías claras para las evaluaciones ex post, lo que limita la capacidad de aprender de la experiencia, mejorar futuras inversiones y fortalecer la rendición de cuentas.
El estudio indica que el fortalecimiento de estas cuatro áreas es fundamental para garantizar que el gasto de inversión pública genere un mayor impacto en el desarrollo económico y social de la región de manera sostenible.