Paraguay ha dado importantes pasos en materia de diseño y ejecución de proyectos con un fuerte componente social y de mitigación de impactos ambientales.
Cada proyecto vial es esencial para el desarrollo del país, porque surge como respuesta a problemas de accesibilidad, conectividad y transitabilidad que requieren una solución eficiente. Esta solución requiere de intervenciones temporales y permanentes que transforman el ecosistema social, ambiental y económico, pero también está acompañada de principios enfocados en minimizar los impactos negativos e integrar elementos de mejoramiento continuo en la gestión ambiental y social.
El desarrollo de infraestructura nacional responde a criterios de evaluación y gestión de riesgos e impactos, la protección de la biodiversidad de los ecosistemas y del patrimonio cultural en las áreas de influencia.
En este contexto, los contratistas también adoptan tecnologías limpias en las diferentes actividades de construcción y de aprovechamiento racional de los recursos naturales, y se crean canales de comunicación abiertos y transparentes con las comunidades.
Potencialidad de impactos
La potencialidad para generar impactos socioambientales se determina inicialmente en función de la tipología de las obras y su jerarquía. Cuando un proyecto involucra la ejecución de varios tipos de obras (componentes individuales del proyecto global), estos se clasifican por separado.
Esta clasificación preliminar solo se refiere a la potencialidad de causar algún tipo de daño ambiental o social. Luego se realizan estudios y evaluaciones que son sometidos a aprobación por parte de las partes involucradas.
Tres categorías socioambientales para determinar la potencialidad:
A Potencial de causar impactos negativos significativos o que tengan implicaciones profundas que afecten los recursos naturales.
B Pueda generar impactos negativos y de corto plazo.
C No causan impactos negativos, o sus impactos sean mínimos, para los cuales ya se dispone de medidas de manejo efectivas.