El refulado es el proceso de extracción de arena del fondo del río y transporte de la arena mezclada con agua, a través de cañerías, a un terreno donde se necesita elevar su superficie hasta una altura deseada.
En el ámbito de la construcción vial, diversas técnicas y procedimientos son fundamentales para garantizar el éxito de cada proyecto. Hoy recogemos cuatro etapas del proceso de refulado:
- Excavación del lecho del río: Este proceso se realiza con una draga, la cual va excavando el lecho del río y retirando la arena removida a través de una bomba instalada en la draga.
- Bombeo de la hidromezcla: La hidromezcla es la mezcla de arena y agua de río, la cual es bombeada desde la draga por tuberías de gran tamaño hasta el lugar en donde será depositada.
- Depósito de la hidromezcla y conformación de terraplenes: la arena y el agua son depositados en grandes piletas construidas con arena y canalizadas dentro de ellas para generar el proceso de decantación de la arena. Este trabajo de canalización y nivelación se realiza con excavadoras y topadoras, que van acomodando la arena y nivelando la superficie.
- Compactación hidráulica: Una vez que la mezcla de arena y agua es colocada en el lugar final inicia un proceso de separación natural de la mezcla por gravedad, en la cual el agua va escurriendo hacia abajo y drenando fuera del terreno por canales laterales que direccionan el agua de nuevo hasta el río.
Durante este proceso el bloque de relleno se va autocompactando en toda su altura logrando índices de compactación mayores que los obtenidos por mecanización.
Ventajas para los proyectos viales
- Para los proyectos viales, ofrece beneficios relacionados a la optimización de tiempo y recursos. Algunas ventajas puntuales son:
- Menor tiempo de ejecución: Esta técnica agiliza la conformación de terraplenes, pudiendo reducir hasta un 30% el tiempo de ejecución.
- Menor infraestructura operativa: Demanda menos presencia de maquinarias (excavadoras, tumbas, topadoras) y menos personal de control.
- Menor impacto ambiental: Con la reducción de maquinarias y el funcionamiento eléctrico de las dragas, se reduce el impacto en el medio ambiente.
- Menor costo: Los costos finales de conformación de los terraplenes resultan considerablemente menores que el sistema convencional.





